lunes, 20 de octubre de 2014

A mi manera: Arde

Arde.
Se consume en la hoguera
mientras ígneas estrellas
se elevan hacia el oscuro
firmamento
de mi noche de invierno.

Arde.
Crepita y sisea.
Huye contoneándose hacia la nada
en volutas de humo gris y blanco
a la par que muestra el corazón,
hendido por el hierro,
esparcido por el suelo del hogar.

Arde.
Y su calor funde el hielo
de mi sangre.
Arde.
Y su calor traspasa las corazas
de la piel.

Arde.
Siento que arde y me consume.
Arde.
Lamento ser poco más
que el humo de la hoguera.

Arde.
Bajo las frías cenizas
se escucha un leve latido;
algo muerto, ennegrecido,
esconde entre sus miserias
un corazón encendido.

Arde.
A pesar de todo, arde.

Angel F. García
Octubre 2014

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