una sombra que se alarga en el estío,
una esperanza que destierra la pena,
un sentimiento que puede ser el mío.
Un sol radiante en un cielo seco,
un cielo ardiente bajo un sol extraño,
una contradicción bajo un tenue velo:
un sentimiento que ya hace daño.
Un gallo saluda a su madrugada,
un can espera dormido en su caseta,
unas ágiles manos tejen su calceta,
una cálida tela envolverá a su amada.
Un amor espera adormecido su espoleta.
Angel F. García.
Marzo 1982